Ya hablamos sobre los impuestos que hay que pagar en la compra de un local comercial, pero muchas veces las dudas no acaban ahí si no en cuánto es el gasto de un local. Para ello vamos a simular la vida útil del local. Es decir, desde que se compra hasta que cambia de propietario.
Los gastos en la vida útil de un loca son variados, a continuación hacemos un resumen de los más habituales, pero es posible que en tu caso haya algún otro que no contemplemos por ello es importante estar bien asesorado e informarse de todo lo que implique a la propiedad.
La compra del local puede hacerse al contado, es decir aportando el valor de la propiedad en su totalidad, o mediante instrumentos financieros.
Dentro de estos instrumentos el más habitual es el crédito hipotecario en el cual el negocio obtiene un dinero a cambio de hipotecar una propiedad, y asea con aval o sin él.
Aquí hay que estar atentos y hacer un estudio entre los diferentes bancos y entidades crediticias para ver cual es más ventajosa. Es importante conocer que gastos asociados hay por la concesión del crédito, y qué requisitos nos implica como por ejemplo: cambiar el banco habitual, seguros, avales, comisiones…
Toda compra de un inmueble lleva asociados unos gastos.
El más habitual y conocidos por todos es el gasto de notaría y registro de la propiedad. Si además estas gestiones las delegamos lo normal es que también tenga un coste.
En ocasiones puede ser interesante hacer una tasación del inmueble con lo que habrá que valorar si es interesante pagar dicha tasación y si esto puede hacernos ahorrar en otros aspectos.
Aquí nos plantamos en el día a día. Ya tienes el local a tu nombre y quieres empezar a trabajar en él.
Una de las primeras cosas es el seguro, si vamos a disponer de él. Lo cual es recomendable para estar cubiertos en caso de imprevistos de diversa índole como puede ser vandalismo o incidente meteorológicos. Este es un gasto que generalmente se lleva a cabo de forma anual, aunque las compañías suelen permitir el fraccionamiento de pago.
Las reformas es una partida que puede ser un montante relevante. No es algo que se suele hacer cada año, pero si es cierto que es posible que necesites reformar el local para adaptarlo a tus necesidades antes de entrar. Y que pasados unos años requieras de reformas de mantenimiento o al menos de repasarle la pintura. Las reformas pueden conlleva el pago de permisos de obras y similares en función de la localidad en la que te encuentres y el tipo de reforma a realizar.
Ya tienes el local listo para comenzar a trabajar. En la mayoría de los casos requerirás de licencias de apertura u otro tipo de tasas similares, por ejemplo, para tener una terraza de un bar.
Además, cuenta con el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) que se paga anualmente.
Dentro de los gastos corrientes puedes tener las partidas de agua, basuras, luz, comunidad…
Si el local es para el ejercicio de una profesión, muchos de estos gastos pueden ser deducibles. Para ello es importante tener todo en regla y haberlo realizado los procedimientos de la forma correcta.
Siempre recomendamos tener un asesoramiento fiscal e inmobiliario adecuado, que esté siempre al día de los cambios en materia de legislación fiscal e inmobiliaria y que te acompañe y oriente durante el proceso de compraventa y en el día a día del local.
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